La inspiración para este correo me ha venido comiendo un macdonalds, así que será basura. Puedes dejar de leer aquí. Yo me quedo a ver qué sale, que siempre voy escribiendo sobre la marcha.
Por si acaso, recuerdo que en todos los correos hay un consejo para los síntomas. A veces más obvio, otras menos. Depende de ti sacar juguito.
Tengo un bebé de 6 meses, minigoico.
Los padres que me estén leyendo saben que tener un hijo consiste en comer comida fría.
Bueno, comer no, engullir.
Ya no hay disfrute, la comida entra por la boca, apenas se mastica y va al estómago directa.
Porque siempre andas en plan…
“voy a comer rápido, por si se despierta”, o
“… por si le entra sueño y quiere dormir”
“… por si se queja por vete tú a saber”
“… por si se hace cacas”, etc.
Soy una persona que siempre ha comido lenta, tan lenta que en el comedor del cole estaba en la mesa de los lentos. No es coña, esa mesa oficial existía, los 90 eran así.
Pero desde que soy madre, engullo. Siempre como en vilo por si…
Y hoy trabajo desde casa de mi madre. Así puedo trabajar mientras ella lleva al minigoico a ver olas a la playa o a montarle en tiovivo por vez número 938425.
Y he dicho: a lo fácil. Voy a comer madonals. Pero lo voy a disfrutar y comer lento porque POR FIN ESTOY SOLA UN RATO.
…
Creo que ya intuyes lo que ha pasado.
En cuanto he abierto la caja de la hamburguesa, me ha atacado un pensamiento recurrente y persistente:
Voy a comer rápido, por si empieza a llover y mi madre tiene que volver enseguida con el niño.
Nota: hoy no dan lluvias.
He engullido como si viniera una invasión zombie y tuviera que huir de la ciudad.
O sea, he sido consciente de que, en este punto, da igual la seguridad que yo le dé a mi organismo, a mi sistema.
Siempre va a estar pensando “y si…?” y me va a sabotear y voy a comer a toda leche.
Haya peligro o no.
En algún momento me hartaré e intentaré darle razones racionales para que me deje comer en paz.
“Mi hijo está a 30km, puedo comer tranquila durante 20 minutos”
(pero Y SI consigue un helicóptero y vienSSSSHHHHHHHHHHHH, ¡que no!)
Pues algo así hay que hacer con los síntomas.
Así funcionan.
Y cuando los comprendes bien, la cosa mejora. Por eso no son para siempre.
Son hasta que dejan de ser.
Y la mejor forma para empaparte de todo esto y verle la lógica biológica y no volver atrás es apuntarte a nuestros correos: